El barco y la exploradora

Título: El barco y la exploradora
Categoría: Secundaria / Cuento
Pseudónimo: Mar

Hola soy Brooke, tengo 16 años y vivo sola en un barco. Desde que tengo memoria

He viajado por todo el mar, y he visto islas y países que pocos han conocido.

Unas semanas antes de mi cumpleaños, yo me encontraba en un barco junto con mi familia. Éramos uno con el mar. Este viaje lo hicimos por mi cumpleaños que ya se se acercaba, entonces decidimos ir rumbo a Malasia. Era un recorrido demasiado largo, pues yo vivía en Estado Unidos.

Todo pasó sin novedades, excepto algunas tormentas, pero justo cuando nos acercábamos al Océano Índico, una tormenta muy grande inundó la nave y el agua nos revolcó. No podíamos salir de la tormenta por más que intentábamos. No recuerdo mucho, salvo que vi a mis padres ser devorados por una ola, mientras un mástil enorme golpeaba mi cabeza. Desperté sola, en una isla cerca de Angola. Todavía faltaba mucho para llegar a nuestro destino.

Me desperté a ver a mi alrededor, pero únicamente estaba el barco, la playa y el mar. Me acerqué al barco, el cual se encontraba ya muy dañado. Me sentía rara, estaba muy pálida y me daba mucho miedo alejarme del barco, pero me hice de valor y salí. Vi que estaba varada en la playa y tenía que buscar ayuda, al menos para reparar el barco. No tan lejos encontré un muelle. Había muchas embarcaciones, pero nadie en rededor, así que en mi desesperación decidí llevarme uno de los botes, aprovechando mis vagos conocimientos de navegación. A lo lejos, contemplé a alguien que miraba con asombro hacia donde yo estaba. Me miraba con mucho miedo, pero yo lo ignoré y seguí con mi escape en aquel barco.

Pude controlar la nave y seguí mi camino hasta llegar a Malasia. Pasé día y noche pilotando el bote hasta llegar a mi destino, lo raro es que cada barco, ave o lo que sea que contemplara mi bote, se quedaba pasmado. Yo seguía sin entender, pero no le di mucha importancia, hasta que vi que el bote parecía flotar en el mar, pero no como cualquier otro bote, sino que estaba volando sobre el mar. Me sorprendí demasiado, me asusté, pero el viento cerró mis ojos. Cuando los abrí nuevamente, yo estaba en la playa. Lo raro es que la arena no se sentía igual. Empecé a asustarme mucho. Intenté correr y buscar a alguien. Por mi mente pasaban un montón de cosas, especialmente la muerte de mis padres. Mientras corría por la extraña arena volví a encontrar el bote en el que había escapado, pero también vi la imagen de un cadáver que se encontraba justo sobre lo que se alcanzaba a ver de la cubierta. En ese momento me di cuenta de que era yo misma y que había muerto en aquel accidente en el mar. Ahora por fin entendía que yo era un fantasma y que mi alma ahora vagaba por ahí junto a su barco fantasma, y que ahora es llamada por todos como el fantasma del mar.