La gran aventura del arcoíris travieso

Título: La gran aventura del arcoíris travieso
Categoría infantil B
Seudónimo Amanda

Un día, después de una tormenta gigante, Emma, Nicole y Ana estaban jugando en el parque cuando vieron en el cielo algo muy extraño. ¡Un arcoíris, pero con los colores al revés! El rojo estaba en la parte de abajo y el morado en la parte de arriba. “¡Esto no es normal!”, gritó Ana, la más curiosa del grupo. Pero lo más raro no era solo el arcoíris al revés; sino que, cuando lo miraron,  les dio mucha risa y empezaron a hacer cosas chistosas.

Nicole, no paraba de caminar como si sus pies estuvieran hechos de gelatina, Ana saltaba como un conejo y Emma no podía dejar de hablar al revés. ”  ¿pasando esta nos qué averiguar que tenemos?,  dijo Emma entre risas.

Decidieron seguir el arcoíris hasta su final, que parecía tocar el piso en el bosque cercano. Mientras caminaban en el arcoíris, pasaban por el bosque y las cosas se ponían más y más raras. Los árboles tenían hojas de colores extraños y los animales hablaban, pero decían cosas sin sentido. Todo era un completo desorden. Al llegar al final del arcoíris, encontraron una puerta pequeña y dorada que las llevó a un mundo mágico llamado Colorpolis, donde los colores de todo el reino estaban al revés, igual que en el arcoíris.

Ahí conocieron a un duende risueño llamado Olaf, Perdón por todo esto”, dijo entre carcajadas, “pero el arcoíris está descompuesto, y ha causado que todo esté patas arriba”. Les explicó que para arreglar el arcoíris y devolver los colores a su lugar,  se necesitaba encontrar un cristal mágico llamado el Cristal del Orden, escondido en la cima de la Montaña Arcoíris.

Sin dudarlo, las tres amigas decidieron ayudar a Olaf. Juntas, comenzaron una gran aventura. Escalaron montañas de colores, primero una morada, luego un azul, y siguió una verde hasta completar los colores del arcoiris. Cruzaron ríos,  nadaron donde el agua cambiaba de color cada vez que la tocaban, y resolvieron acertijos mágicos que las hicieron reír y pensar al mismo tiempo:

-¿En qué se parece Shakira a un fantasma?

Ana contestó -En que Shakira mueve las caderas y  el fantasma mueve las cadenas.

En la granja hay un gato, una gallina y un perro, y todos tienen 18 meses.

¿Quién es mayor?

 Nicole -La gallina porque tiene 18 meses, y pico.

¿Cuántos ladrillos se necesitan para completar una sinagoga?

Ana respondió -solo uno: el último

Finalmente, llegaron a la Montaña Arcoíris y encontraron el Cristal del Orden, que estaba cuidado por un hechicero bromista. Al principio, el hechicero no quería darles el cristal porque le parecía muy divertido que todo estuviera desordenado. Pero Emma, Nicole y Ana le contaron que, aunque las bromas eran divertidas, todos en Colorpolis estaban confundidos y necesitaban que los colores volvieran a su lugar.

El hechicero, conmovido por la valentía de las niñas, les entregó el cristal,  pero primero les dijo -me encanta reir para despedirme cuentenme  algo gracioso

Ana  dijo:

 -¿Qué baile le gusta más al tomate?

-¿Qué baile? -preguntó el hechicero.

-La salsa -respondió Ana.

El hechicero se empezó a reír y a bailar. Las niñas salieron de ahí  y con la ayuda de Olaf, colocaron el cristal  en el arcoíris. En ese momento, los colores regresaron a su lugar correcto, y el reino de Colorpolis volvió a la normalidad. Todo el mundo dejó de hacer cosas raras y agradeció a las tres amigas por salvar el día.

Antes de regresar a su mundo, el duende Olaf les regaló un pequeño arcoíris mágico para que siempre recordarán su aventura. “El verdadero tesoro no es el orden de los colores”, dijo Nicole sonriendo, “¡es que  unimos fuerzas y  la aventura que vivimos juntas!” Y con esa gran lección, regresaron al parque, listas para contarle a todos su increíble aventura.

Fin